

En el centro de Santiago se desarrolla la mayor parte de la vida cívica del país, ahí está La Moneda (el palacio de gobierno), la Plaza de Armas y los edificios del poder judicial y ejecutivo. Con sus variados museos y paseos peatonales, el centro es un espectáculo en sí mismo.



Pese a todo el cemento propio de una metrópolis, en Santiago encontrarás espacios verdes de real valía: el Parque Metropolitano, conocido como “cerro San Cristóbal” es visible desde gran parte de la ciudad y puedes subir hasta su cumbre caminando, en bicicleta o auto y, también, en un antiguo pero reformado ascensor.
No hay que perderse el paseo por los viñedos que han quedado en medio de la ciudad y que ofrecen degustaciones de los mejores vinos chilenos.
Hacer el recorrido hacia la Cordillera de Los Andes hacia el pueblo de Pirque o por el cajón del río Maipo, para encontrarte con la naturaleza, probar comida típica, comprar unos souvenirs o alojar en las orillas del río.